El Sistema de Pensiones actual, también llamado Sistema de Capitalización Individual, es una forma de asegurarte ingresos durante tu vejez. Además, en caso de tu fallecimiento, brinda una Pensión de Sobrevivencia a aquellos familiares que dependen económicamente de ti. ¡Te invitamos a conocer más sobre sus características principales!
Al iniciar tu vida laboral creas una Cuenta de Capitalización Individual en la cual vas ahorrando los recursos con los que te vas a pensionar. Esta es gestionada por una Administradora de Fondos Previsionales (AFP) y te cobra una comisión equivalente a un porcentaje de tus ingresos imponibles.
Funciona mediante los siguientes pilares:
Es el Ahorro Individual Obligatorio que deben hacer los trabajadores y corresponde al 10% de sus ingresos mensuales. El empleador es el encargado de descontar este ahorro de las remuneraciones y depositarlo en la AFP.
En el caso de los trabajadores independientes, el proceso involucra la Operación Renta. Desde 2019, cada vez que emites una boleta de honorarios te realizan una retención 13% de impuestos. Este dinero es para cubrir las cotizaciones previsionales (salud y pensión).
El Régimen de Cobertura Parcial desaparecerá progresivamente de aquí al 2028, de modo que del 13% antes mencionado la retención aumentará hasta el 17% para cubrir el total del pago de las cotizaciones previsionales.
Se trata de una cuenta de Ahorro Previsional Voluntario (APV) en la que, si lo deseas, puedes depositar recursos con el fin de incrementar el monto de tu pensión o poder adelantar la Pensión de Vejez.
También tienes la opción del Ahorro Previsional Voluntario Colectivo (APVC). Tiene el mismo objetivo que el APV, sólo que está dirigido a grupos de trabajadores de una misma empresa.
Otra alternativa es la Cuenta de Ahorro Voluntario o Cuenta 2, en que tus depósitos te permiten ahorrar para distintas metas financieras, una de las cuales puede ser financiar tu pensión, pero no está creada específicamente con ese fin y tampoco forma parte de tus cotizaciones.
En cambio, el Seguro de Vida con Ahorro, es un instrumento financiero con que puedes destinar un monto para la indemnización de tus beneficiarios y además invertir parte de tus ahorros en fondos que pueden proporcionarte una rentabilidad garantizada, fija, balanceada o variable. Es un resguardo con que puedes aumentar tu capital.
Con el fin de sacarle provecho a tus ahorros, la AFP los invierte en un Esquema de Multifondos conformado por cinco tipos de fondos que se diferencian por su nivel de riesgo:
Tipo de fondo | Límite máximo permitido de recursos invertidos en renta variable | Límite mínimo obligatorio de recursos invertidos en renta variable |
Fondo A – Más Riesgoso | 80% | 40% |
Fondo B – Riesgoso | 60% | 25% |
Fondo C – Intermedio | 40% | 15% |
Fondo D – Conservador | 20% | 5% |
Fondo E – Más Conservador | 5% | 0% |
Como afiliado tú decides en cuál tipo de fondo deben invertirse tus Ahorros Previsionales, hasta los 55 años, en el caso de los varones y los 51 si se es mujer.
Desde esa edad en adelante no se puede optar por el Fondo A y, al momento de pensionarse, las opciones se reducen a los fondos C, D o E en el Ahorro Previsional Obligatorio. En las Cuentas de Ahorro Voluntario se puede elegir cualquier Multifondo.
Ten en cuenta que a mayor riesgo hay rentabilidades más altas, pero también mayores probabilidades de tener pérdidas.
Una vez cumples la edad para la Pensión de Vejez (65 años para hombres y 60 para mujeres) Puedes elegir una de las cuatro Modalidades del Sistema de Pensiones:
En Penta Vida te ofrecemos la mejor experiencia al pensionarte con Rentas Vitalicias y un acompañamiento total en esta importante etapa de tu vida. Considera que, al margen de la Modalidad de Pensión que elijas, el monto será más alto si eres constante con tus cotizaciones y complementas el ahorro con APV o APVC.