El sistema previsional actual busca entregar pensiones a quienes hayan terminado su vida laboral activa, ya sea por cumplimiento de la edad para hacerlo o por motivos que le impidan a un trabajador seguir desempeñándose laboralmente, y a los beneficiarios legales de asegurados fallecidos.
Rol fundamental tienen las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las cuales pertenecen a un sistema creado en 1980 en el que cada persona afiliada posee una cuenta individual en la que se depositan sus cotizaciones previsionales, las que se capitalizan y obtienen la rentabilidad de las inversiones que realizan las AFP con dichos recursos administrados. Este sistema considera como principales beneficios las pensiones de vejez, de invalidez y sobrevivencia, siendo su objetivo principal asegurar un ingreso estable a los trabajadores que han concluido su vida laboral y a los beneficiarios legales de asegurados fallecidos.
A cada afiliado de una AFP, dependiente o independiente, de forma obligatoria se le resta un 10% de su remuneración imponible o rentas mensuales (con tope de UF 79,2 para el año 2019), fondos que son invertidos en nombre de cada persona con el fin de obtener cierta rentabilidad.
Cada trabajador tiene derecho a cambiarse de AFP cuando estime conveniente dirigiéndose a alguna sucursal de la entidad en la que desee afiliarse o también en algunos casos vía web.
Las personas que se integran al sistema por primera vez son incorporadas automáticamente a la AFP que tenga la licitación para administración de cuentas de capitalización individual y deben permanecer ahí durante 24 meses.
Las AFP administran los ahorros obligatorios y voluntarios a través de 5 tipos de fondos, los cuales se diferencian entre sí por su proporción de inversión en renta variable. A: Más riesgoso, B: Riesgoso, C: Intermedio, D: Conservador, E: Más conservador
Si hablamos del fondo A, sabremos que es el más riesgoso porque tiene mayor porcentaje de inversión en renta variable, siendo por definición más volátil; por contraparte nos encontraríamos con el fondo E, el cual representa al más conservador por el hecho de tener un porcentaje mínimo invertido en renta variable, minimizando grandes fluctuaciones. Cada afiliado tiene el derecho de poder decidir en cuál(es) fondo(s) invertir sus ahorros, pudiendo realizar cambios en la diversificación de estos cuando lo estime conveniente.
Considerando que el tiempo de generación de ingresos, previo a la pensión, dura aproximadamente 40 años para los hombres y 35 años para las mujeres, lo ideal es que cualquier persona comience a planificar a edad temprana su jubilación. Para esto, presentamos algunos tips para afrontar de la mejor forma posible este desafío:
Sé constante con tus cotizaciones:
Preocuparse por cotizar durante todos los meses, evitando lagunas que puedan perjudicar el ahorro previsional. Revisar periódicamente que tu empresa, en el caso de ser trabajador dependiente, pague tus cotizaciones a tiempo; o en el caso de ser un trabajador independiente pagar tus cotizaciones ordenadamente.
Conoce los fondos disponibles:
Conocer tus fondos de pensión A, B, C, D y E. Si eres de las personas que no se cambiará o no hará seguimiento de sus fondos de inversión, la opción más favorable es invertir en los fondos con menor riesgo. Recuerda que solo necesitas la clave de seguridad de tu AFP para poder manejar tus fondos.
Ahorrar ahora mejorará tu pensión a futuro:
Ahorrar voluntariamente a través de las opciones que nos ofrece el mercado como lo son APV (Aporte previsional voluntario), APVC (Aporte previsional voluntario colectivo) o la Cuenta de ahorro voluntaria o cuenta dos. Penta Vida también ofrece una manera de ahorrar para mejorar tu pensión a futuro.
¿Cuál es el momento adecuado para que te pensiones?
Evaluar postergar o retrasar la jubilación a corto plazo es una alternativa al momento de querer aumentar el monto de tu pensión. De esta forma no solamente estarás juntando más dinero para tu pensión, sino que también acortarás los años de jubilación a los que están destinados estos ahorros.